Desde la irrupción de los primeros smartphones, el ser humano ha ido dependiendo cada vez más de ellos, y es que aglutinan información sobre nuestros gustos y preferencias, además de datos laborales, de salud, etc. Sin embargo, con el paso de los años se pasa cada vez más tiempo con un móvil en la mano y sobre la mediamorfosis habló Iker Jiménez en 'Cuarto Milenio'.
"Esto es la extensión de tu propio brazo y de tu ser, ya estamos todos drogados con el móvil porque es una computadora muy adictiva en la que hay mucha información que necesitas", dijo mostrando su propio terminal a la cámara de Cuatro, demostrando que la criticaba comenzaba por él mismo y su necesidad por tener un móvil cerca.
"De mí se ha dicho de todo últimamente. Además, el fenómeno teléfono escacharrado, de unas informaciones originales alguien dice esto, alguien extrae esto...todos buscando foco, hay millones de informadores que cuando creen tener una buena información va a salir", reflexionó el presentador.
La cancelación y el poder de los ofendidos
El conductor del espacio también quiso poner de relieve el problema del periodismo actual, del que considera que ya no es "prescriptor de la realidad" y que esta, además, llegaba por vías con "virtudes y defectos", como pueden ser las redes sociales, donde todo se puede cancelar por la más mínima razón: "Si empezamos a hacer caso de ese murmullo que llega a nuestro brazo pues cancelamos todo porque siempre hay alguien ofendido con algo. La cultura de la ofensa es la que se impone".
"Estos voceros, estas comunidades que no hacen más que ofenderse de todo y muchas veces crean poco y se ofenden mucho a mí me van a dar toda la vida igual y por eso les irrito bastante", zanjó Iker Jiménez en 'Cuarto Milenio'.
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