Marc Pubill es uno de los pocos futbolistas en un enorme estado de forma de la UD Almería. Es por ello que este verano no le van a faltar ofertas para continuar en la élite del fútbol y los rojiblancos van a tenerlo difícil para retenerlo en Segunda. El ex del Levante ha atendido a los medios oficiales del club para valorar el anterior partido ante el Villarreal, el próximo en casa ante el Getafe y charlar de cómo ha vivido su primera temporada en Primera División.
¿Las sensaciones en cuanto al juego fueron buenas, a pesar del resultado?: "Sí. Fue uno de los mejores partidos que le recuerdo al equipo. Estuvimos muy bien, aunque fallamos en algunos detalles como las áreas, que es lo que más cuenta en el fútbol, o sea meter goles y que no te los metan, pero las sensaciones fueron muy buenas e hicimos un buen partido".
Demasiadas ocasiones falladas... "No sé si tuvimos 16 o 17 ocasiones, algunas muy claras que no convertimos. Eso nos mata después porque ellos nos llegan poco y nos meten con mucha facilidad. Es el resultado de lo que viene pasando durante la temporada".
¿Cómo vio la expulsión de Ramazani?: "Rama es un jugador muy explosivo y fue una jugada en la que tuvo el balón bastante rato y al final, al soltarla para desmarcarse intenta apartarse del rival, que venía agarrándolo durante varios segundos y puede darle un golpe que para mí no fue intencionado ni de tarjeta amarilla. Supongo que el árbitro se la saca por la protesta anterior o no sé por qué y lo condiciona todo".
¿Hay que tener más paciencia que fútbol contra el Getafe?: "Es un equipo incómodo que se ubica muy bien en el campo y es difícil generarle. Necesitaremos mucha paciencia y lo prepararemos bien durante la semana".
¿Sirve como referencia la visita al Coliseum en la primera vuelta?: "Nos ayuda, pero vamos a preparar el partido desde cero sin pensar en lo que venimos haciendo, sino como quiere el míster y ya está".
¿Piensan que el discurso con lo de las "sensaciones" ya se hace repetitivo?: "Ha habido un montón de partidos en los que merecimos más, pero los detalles nos han matado durante la temporada. Tienes la sensación de que has sido superior al rival y al final nos ha pasado lo de toda la temporada".
¿Qué le dijo Morales al acabar el partido?: "Me dijo que fuimos muy superiores y que teníamos un gran equipo, pero que al entrar en esa dinámica era muy difícil salir. No entendía cómo podíamos estar ahí abajo".
En su estreno en Primera ha destacado sobre todo por su regularidad: "Llegué aquí con ilusión. Empecé muy bien la temporada y luego fue una lástima la lesión, pero logré recuperarme antes de tiempo y al volver me sentí cómodo en el equipo. A pesar de los resultados y que las cosas no salgan, disfruto jugando que creo que es lo más importante. Siempre intentas salir con la confianza de que puedes hacerlo, de que puedes con esto".
Pasó por el quirófano y volvió muy bien 4 meses después: "Me costó un partido o dos coger ese ritmo y estuve cuatro que no llegaba a los 90 minutos porque me costaba físicamente, pero estoy contento de cómo salí porque nunca había sufrido una lesión así y creo que ha sido algo que me ha reforzado también".
¿Qué es una osteocondritis disecante?: "En el cartílago de la rodilla había una especia de bolita que estaba desenganchada de ese cartílago y me iba rascando cuando corría, causándome mucho dolor. Por lo que me dijo el doctor ya lo tenía de hacía unas semanas y venía jugando. Intentamos superar ese dolor con trabajo de fuerza, pero al no ser posible tuve que operarme".
¿Fue peor el dolor o la recuperación tras forzar?: "Fue algo progresivo porque tras jugar contra el Celta me empezó a doler mucho durante la semana y desde ese día no conseguí recuperar bien para llegar a un partido. Fue un poco frustrante ver que no evolucionaba, por eso decidimos pasar por quirófano".
Extraña ver a un lateral de su estatura, ¿siempre fue lateral?: "Siempre he jugado de lateral. En algunos equipos lo hice de central, interior o extremo, pero mi posición siempre ha sido de lateral. Cuando elegía en el cole también era delantero".
Es un lateral llegador, sin olvidarse de lo defensivo: "El otro día tuve varias que al final no entraron. Me gusta llegar al ataque y sumar arriba, pero siempre desde un control para no dejar un vacío atrás".
¿Ha cambiado un poco su rol con Pepe Mel?: "Es un entrenador al que le gusta jugar con el balón y a raíz de eso nos da instrucciones para estar una posición en salida de balón o en tres cuartos. Nos da un poco más de protagonismo en ese sentido".
¿Baptistao le ayudó mucho en defensa el otro día?: "La verdad que Leo me ayudó mucho el otro día porque si no habría estado todo el partido en un 2 contra 1 porque acumulaban gente con Baena por dentro y Pedraza por banda. Si no me hubiera ayudado habría tenido muchos problemas, agradezco su trabajo".
¿Qué hizo con la camiseta de su debut con la sub-21?: "Le di una a mi novia y otra a mis padres porque me dieron solo dos".
¿Se nota más respetado por ser internacional?: "No, igual".
¿Es igual de introvertido en su vida diaria que en las entrevistas?: "No me gustan mucho las entrevistas. En mi vida no soy así, es solo con las entrevistas".
¿Es consciente de que está viviendo una vida anómala para un chaval de 20 años?: "Sí, soy consciente porque tengo muchos amigos y hablo con ellos de que gracias a Dios soy un privilegiado que vive de lo que le gusta y se gana la vida muy bien, por eso soy agradecido y lo disfruto siempre".
¿Es sencillo plasmar en el campo el discurso de Mel de disfrutar jugando como un niño?: "Ese discurso llega y sí despiertas a ese niño porque sales a disfrutar al campo, pero también sales pensando en la gente que te apoya, en los aficionados a los que ya les debes una victoria en casa que aún no han podido disfrutar. Lo que verdaderamente quieres es ganar y hacer disfrutar, realmente no es lo mismo que cuando jugabas en la calle con tus amigos, pero sí lo intentas".
¿Es cierto que los futbolistas vivís en una burbuja?: "Somos más normales de lo que uno pueda pensarse. Es fácil decir esa frase sin saber el trabajo que hay detrás desde que eres pequeño. Hay mucha gente que quiere ser futbolista y al final solo unos pocos lo consiguen. Algunos porque a Dios les tocó con una varita y tienen esa magia que no tiene todo el mundo, pero la gran mayoría es por la constancia en el trabajo y en el esfuerzo diario. Es cierto que somos unos privilegiados y hay que estar muy agradecidos, pero hay que valorar ese trabajo que hay detrás. No quiero compararlo ni mucho menos con otros trabajos muchísimo más duros, pero aparte de lo bonito que ve la gente hay otras cosas que hay que saber sufrirlas para poder disfrutar de lo otro".
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